Quiero brindar por mi gente sencilla, por el amor, brindo por la familia

Nuestr@s hij@s van a necesitar una familia" me decía anoche entre lágrimas mi mujer. Y si, si que la tendrán, bueno, nosotras seremos su primera familia, nosotras y ell@s formaremos una familia, que no está subyugada a las leyes de la biología, de la genética ni de la nación, una familia cuyo unico (y mas que suficiente) pilar es el amor. Y si éste será el nido que l@s verá nacer, se merecen una familia extendida que esté a su altura.



Tendrán tíos, los mismos que hace mucho han sido mis hermanos, sin nada mas que nos una, que el amor. Esos que en sólo minutos han logrado recuperarse del impacto inicial de oirme decir (sin mucho preambulo): "Estoy enamorada, vivo con la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida...es mujer", y me han mirado y felicitado con la mas genuina alegría. Esos que han dicho "si tu eres feliz, eso me hace feliz", "la quiero conocer, debe ser una mujer espectacular" (no se equivocan), "si se casan en Argentina avisen con tiempo para poder estar ahi y acompañarlas", los que quieren que compartamos estas fiestas patrias con ellos, los que estando lejos ofrecen todo su apoyo y ayuda, los que han dicho "ahora no voy a poder hacer mas bromas sobre los gays porque te vas a sentir mal" y a los 2 segundos viene la carcajada conjunta y la petición de "olvidate de lo que acabo de decir".


Esos son los brazos que alzaran orgullosos a nuestr@s hij@s, esos son a quienes ellos mirarán con admiración, ellos estarán siempre acompañandolos en su crecimiento.




 
Abuelas tendrán, esas si, de ley. Una, aunque asustada porque según sus palabras, la sociedad no está preparada para nuestr@s niñ@s, se llena de ilusión y llevará como estandarte las fotos de sus niet@s. La otra ni se imagina que es posible que pronto sea abuela, pero estoy segura que l@s querrá como nadie, tendrá las mejores historias e infinita paciencia para ell@s.

 
Del resto, esos a quienes debemos llamar familia porque compratimos genes, creo que tendrán aceptación (o resignación), si tienen suerte algún regalo en navidad y alguna mirada extraña e incrédula. No creo que puedan entregar algo que para nuestr@s hij@s sea provechoso, que los haga realmente imprescindibles o mejores que la hermosa familia que ya estoy segura que van a tener.



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